martes, 10 de junio de 2014

Formación y ejercicio de la profesión museal. Un desencuentro. #MuseosPRO


La verdad es que ando algo desactualizado en lo relativo a las ofertas formativas para profesionales de museos. Ya sabéis que soy de la vieja escuela, de los licenciados en arte o arqueología que ingresaron en un museo público por oposición. Eran tiempos diferentes donde nuestras biblias eran el libro aquel de la teoría, la praxis y la utopía, las revistas del ICOM y “La muséologie selons…”.

Las cosas han mejorado mucho en cuanto a la variedad y calidad de la oferta. No es necesario incidir demasiado en cómo se ha generalizado el conocimiento y ha mejorado el acceso a la información, que ahora se transmite y debate en un proceso participativo desconocido hasta ahora, ni en el gran número de oportunidades para la formación, mucho más accesible y por tanto universal. Tampoco hace falta insistir en la conveniencia de la formación continua o en el gran componente práctico de muchos itinerarios formativos.

También resulta más fácil abordar la cuestión después del primer debate de #MuseosPRO, pues ya hemos ido trazando las líneas por donde discurren nuestras inquietudes. Y en este sentido me veo obligado a insistir en que en el caldo museístico español se cuecen, en un altísimo porcentaje, centros museísticos cuyo presupuesto es muy bajo, que solamente disponen de una persona al cargo y muchas veces con escasa formación cuando no es siquiera apropiada. Teorizar sobre la formación ideal del profesional del museo está bien, pero creo que está mejor analizar soluciones que traten de mejorar la situación actual.


Así que, dejando al margen otra cuestión importante como es la que tiene que ver con la competencia en materia museística que tienen las administraciones autonómicas y las responsabilidades que derivan de ellas, entiendo que el punto de mira debe ponerse no tanto en saber cómo es la oferta formativa existente, sino en qué grado se están aplicando esos conocimientos al trabajo en los museos. ¿Están formados los responsables o trabajadores de la mayoría de los museos?, o al revés ¿los profesionales formados están trabajando en los museos?

Creo que la realidad de muchos museos españoles no es consecuencia de la crisis económica, si bien quizá se haya visto agravada por ella. Así que siendo conscientes de que hay mucho intrusismo en la profesión museal, ¿cómo debemos enfrentarnos a ello? Podemos exigir que los museos contraten a profesionales cualificados, o podemos cualificar a los profesionales que ya están en los museos. O podemos hacer ambas cosas.

No tengo la respuesta, pero creo que lo sensato sería adoptar ambas posturas. La primera a través de la labor de colectivos profesionales organizados (que ya existen y funcionan) y mediante una exigencia militante por parte de los usuarios de los museos (no olvidemos, por ejemplo, que además de profesionales somos usuarios y que tenemos criterio autorizado para demandar profesionalidad a las instituciones).
La segunda mediante la generalización de iniciativas formativas inclusivas que faciliten la cualificación a los responsables de museos (van a continuar al frente de los mismos, así que por qué no “abducirlos”, museísticamente hablando), y el aprovechamiento del trabajo en red como medio para mejorar el cumplimiento de las funciones de los museos.

Quizá estas propuestas sean provocadoras porque la primera conclusión que se extrae de ellas es: ¿cómo integrar a todos los profesionales, ampliamente formados, que optan a trabajar en un museo?


Quizá podamos añadir luz a eso en el próximo debate de #MuseosPro dedicado a la contratación.


"Colaboración originalmente redactada para la iniciativa #MuseosPro". En este enlace puedes verla, y en este otro se explica qué es #MuseosPro.

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